EL BURRO Y EL CAMPESINO
Había una vez un campesino
llamado Juan, que tenía un huerto muy grande en un pueblo llamado Tomelloso. En
el cultivaba de todo: tomates, lechugas, cebollas, apio, etc. También tenía un
burro llamado Valiente; no era ni grande ni pequeño. Valiente le ayudaba a
hacer las faenas del campo, pero Juan se portaba mal con Valiente: no le daba
de comer, le trataba mal, etc. Valiente cada noche estaba muy triste, miraba su
estrella favorita y le pedía un deseo: que Juan se portara bien con él. Una
noche, la estrella le dijo a Valiente que cuando Juan le pidiera ayuda, él se
negara, hasta que lo tratase bien; ya que para pedir ayuda y querer que te
ayuden, hay que ser amable. A la mañana siguiente, Juan le pidió a Valiente si
le podía ayudar con las faenas del campo, y Valiente hizo caso a la estrella y
se negó a ayudarle. Juan se enfadó con él por no querer ayudarle y Valiente le
explicó por qué no le ayudaba. Le dijo que estaba triste porque le trataba muy
mal. El campesino recapacitó y no volvió a tratarle mal nunca más. Desde
entonces Valiente ayuda a Juan y a cambio Juan trata bien a Valiente. Y los dos
son felices con su amistad.
ALEJANDRO SÁEZ GONZÁLEZ
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