El miedo tiene fecha de caducidad. Aunque amanezca contigo o te aceche al atardecer tiene los días contados.  El miedo no ganará la batalla. Aunque parezca más fuerte, aunque imponga o marque nuestros pasos es efímero realmente. El miedo es lícito  y también es de valientes. Aunque a veces nos paralice nos impulsa la mayoría de las veces. El miedo tiene fecha de caducidad. Y no durará para siempre. Así que no temas tanto y siembra sentimientos positivos que duren eternamente.

Tengo besos en cuarentena,  abrazos encarcelados que piden a gritos salir.  ¿Qué voy a  hacer cuando todo esto acabe?  No esconderlos nunca más, no prohibirlos,  no retenerlos  porque sean inoportunos o mal vistos.  Se han ganado el derecho a la libertad.  Tengo besos  que han escrito versos  y miradas que ya no saben callar.  Tengo todo eso... y mucho más.  

Texto: IRIS SÁEZ GONZÁLEZ LOS CASOS FALLEROS Había una vez una pandilla de amigos que jugaban a los detectives. Pero a Verónica y a Marcos no les gustaba mucho, en cambio Vanessa y David querían ser detectives de mayores. Va ness a era Fallera Mayor Infantil de la falla Amunt Valencia y les pidió ayuda a sus amigos para resolver un caso muy importante: ¡habían robado el ninot infantil de la exposición! A la vez, recibieron una llamada telefónica de la falla Benicalap porque les habían robado los petardos. No tenían dinero para comprar más y así no podrían hacer la despertà. ¡Qué mal! — ¿Ahora qué hacemos? —preguntó Vanessa. — Creo que tengo una idea —dijo David—. ¿Y si nos dividimos? — Buena idea. Marcos y Verónica irán a la falla Benicalap y yo me iré con David a la Exposición del Ninot. — Pero así no porque Marcos y yo no sabemos investigar —dijo Verónica. F inalmente, V erónica y David fueron a b uscar los petardos y Va nessa y Marcos f ueron a