Puedo sentir como el frío de la noche cala mis huesos. Galopo cortando el viento a lomos de mi corcel negro. El viento acaricia mi pelo negro, rizado, que se eleva como un manto. Una lágrima resbala por mi mejilla, mientras que mi corazón late fuertemente en mi pecho. Voy vestida de blanco como una doncella en el día de su boda. Llego al claro de un bosque y en ese momento los veo. El caballero de la armadura negra levanta una espada que apunta al pecho de mi amado. Desmonto de mi corcel y corro descalza hasta llegar a su altura. — ¡Noooo! —oigo un grito que sale de lo más profundo de mi pecho. Me abrazo a mi amado sirviéndole de escudo. Veo sus ojos negros anegados de lágrimas, suplicándome que huya. — Bibiana... Me aparta de su lado, pero ya es demasiado tarde. Siento el frío acero atravesando mi pecho. Lo último que veo son esos ojos azules, fríos como el hielo, que llenos de odio acaban con mi vida. Despierto sobresaltada. Ha sido una pesadilla. La misma que me at
Para mí fue una agradable sorpresa y un honor alzarme con este galardón, pues pertenezco a esta agrupación de fallas desde hace 24 años. Aprovecho estas líneas para agradecer a la agrupación Rascanya por fomentar la literatura con estos concursos. Aquí os dejo el microrrelato premiado. GANADORA 2º CONCURS MICRORELATS AGRUPACIÓ RASCANYA (abril 2024). EFÍMER Compte enrere, les falles ja són açí. Em vaig embolicar d’un sentiment d’alegria i il·lusió. Jo era només un tros de suro sense sentiments fins que l'artista faller em va tallar, va esculpir i va llimar convertint-me en un xiquet entremaliat que encenia un coet. Quan l'artista faller em donava pinzellades de color vaig sentir un pessigolleig en el meu interior: era el despertar dels sentiments. Volia eixir al carrer i gaudir de la música, l'alegria, l'esclat de colors, l'olor de flors, a pólvora i sobretot volia encendre eixe coet. Sabia que en la nit de la cremà em convertiria en cendres res més. Encara que la m
ODA AL 2020 « Te vas, que lástima pero adiós, me despido de ti... »como cantaba Julieta Venegas. Y no, no despedí el año con alegría porque se llevó muchas cosas y otras que me debía que nunca llegaron. Iba a escribir una ODA AL 2020 me lo he pensado mejor, porque las rimas que me salían eran: asustada, cansada, decepcionada,… o algo más infantil «Adiós dos mil veinte así revientes». Y eso me recuerda que Paco me suspendió en Lengua por escribir aquel primer poema tan perfecto que no podía atribuir su autoría a una niña de diez años. Antes de divagar más, voy a explicar porqué hoy me siento de nuevo en el ordenador a escribir. Algo que hacía meses que no sucedía. Y de pronto empiezan a picarme las manos y una idea me taladra que tengo que soltar. Por eso esta entrada de blog que va dedicada a todos mis amigos. A todos los que debo una quedada hoy que de nuevo cierra la hostelería porque está claro que el virus es mucho de bares. Y ya sea dicho de paso, nos confinan a media ta
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