Eres la Geperudeta, Mare Dels Desamparats, eres la Maredeueta, patrona dels valencians. Eres himne a la bellea, eres temple de bondat, eres, com el teu nom indica, Mare Dels Desamparats. Eres tesor de València, eres aigua beneida, eres refugi dels pobres, dels rics eres l'alegria. Reina del cel i la terra, quan eixes en procesió les teues andes volgudes aplegaràn fins al sol. Els valencians han d'alçar-les i portar-les amb amor perque en elles va sa mare, sa patrona, son tesor.  Oh! Santa Maredeueta. Oh! Verge del valencians. Jo t'encomane ma vida, Mare Dels Desamparats.                                                VANESSA GONZÁLEZ VILLAR

SI LA TIENES, NO LA DESCUIDES Si la tienes, no la descuides. Porque por imposible que parezca, un día ya no estará. Y solo tendrás recuerdos. Hoy tienes la oportunidad de crear los mejores recuerdos para un futuro lejano. Hoy tienes la oportunidad de devolverle eso que ella te ha dado sin mesura: su tiempo. Si la tienes, no la descuides. Aunque a veces no entiendas sus cosas, aunque a veces simplemente no os entendáis mutuamente. No importa, pasa por alto ese pequeño inconveniente pues seguro que hay algo en lo que pensáis igual, pues ya se sabe: de tal palo tal astilla.  Si la tienes, no la descuides. Porque ella te dio algo más que la vida, te enseñó el valor y el significado de la palabra madre.  Si la tienes, no la descuides, porque un día no la tendrás y no hay nada más grande que poder decir en presente: Te quiero, mamá.                                                                  Vanessa González Villar

ERES EL HIJO DE DIOS Fuiste un niño como todos, siempre se es niño alguna vez, pero tú hacías pájaros de barro en vez de barcos de papel. Honraste a tu padre y a tu madre, fuiste amigo incondicional, diste todo lo que tenías, siempre esperando dar más. Curaste nuestras miserias, nos enseñaste el verbo amor, los panes multiplicaste; eres el hijo de Dios. Pero aquellos que te amaban no confiaron en tu amor, dejaron que te mataran sin creer en tu resurrección. ¡Tú que anduviste por el agua…! Si el día de tu crucifixión, ¡hasta los velos del templo el sufrimiento traspasó! ¿Por qué si tú lo decías? ¿Por qué nadie te creyó? Resucitaste al tercer día, pues eres el hijo de Dios. Volviste de entre los muertos, nos diste una lección, ascendiste a los cielos a la derecha de Dios. Lloramos los arrepentidos suplicando tu perdón y estaremos redimidos cuando tengamos fe en Dios. Tener fe es creer en las cosas q